Si mi perro ladra mucho estaría bien controlar los ladridos de nuestro perro, ya que es una parte fundamental de nuestra responsabilidad como dueño. Puesto que los ladridos excesivos pueden resultarnos molestos, no solo a nosotros, si no asimismo al vecino.
¿Qué hago si mi perro ladra mucho?
En precedentes blog post te hemos hablado del trastorno de morderse las patas de tu perro. Ahora os vamos a dar la explicación del por qué razón tu perro ladra continuamente.
Controlar los ladridos del perro es una parte vital en nuestra responsabilidad como dueño. Después de todo, los ladridos de nuestra mascota pueden resultarnos molestos a nosotros y a nuestro vecinos. De ahí que te damos unos simples consejos, en las situaciones más frecuentes, a fin de que puedas asistir a tu mascota y con lo que deje de ladrar.
El primer paso para solventar un inconveniente de estas peculiaridades es el comprender por qué razón ladra el perro. Ciertas perros ladran por el hecho de que desean hacerte saber algo. O bien es posible que tengan apetito, desean jugar o bien que sencillamente tienen sed. Si se pasa de los límites razonables, debemos enseñarle otras formas de atraer la atención, como darle la pata o bien aguardar cerca de la puerta o bien aun del bol de comida.
Si mi perro ladra mucho, a la hora de jugar…
Muchos perros empiezan a ladrar cuando ven a otros perros, para invitar a estos a jugar con ellos. Esto es muy normal, mas tu eres el que decides la cantidad de ladridos que son admisibles, y hacer enmudecer al perro antes que comience a jugar.
Cuando está solo en casa, si mi perro ladra mucho…
Cuando su perro se queda solo, puede ladrar. Procura dejar puesta la radio o bien tv para darle algún estruendos humano que le resulte familiar. Por si fuera poco puedes darle ciertos juguetes que requieran un trabajo y atención auxiliar para sostenerlo ocupado mientras que estás fuera de casa.
Una gran forma de reducir la ansiedad de tu perro, es darle una vieja prenda sin lavar o bien algo que contenga un fuerte {olor|fragancia} a la familia. Cuando vuelvas, juega con el perro y haz ejercicio con él. El perro le va a haber echado de menos y no hay mejor forma de restituir el vínculo que efectuando ejercicio.